Carlota Casiraghi rinde homenaje a Grace Kelly en su boda

La hija de Carolina de Mónaco sí se vistió al final de blanco y lució un collar de diamantes de Cartier que sacó del joyero real.

Carlota Casiraghi finalmente dio el «sí quiero» enfundada de blanco. Al caer la tarde en Mónaco, la heredera de la belleza de su abuela Grace Kelly, optó por un vestido gris corto de manga larga, tejido brocado y tres grandes lazos en la parte delantera para su boda civil con Dimitri Rassam en el Palacio de los Grimaldi.

Por los momentos, solo ha trascendido esta imagen publicada  por la agencia de Françoise Dumas a través de Instagram. No cabe duda, que Carlota se ha mantenido fiel a su estilo moderno armonizado con guiños clásicos.

Para su primer vestido de novia deslumbró con una pieza de Yves Saint Laurent, prenda que nos trajo a la memoria el traje de chaqueta y falda de encaje bordado a mano con hilo de seda  que llevó Grace Kelly en su boda civil con el príncipe Rainiero de Mónaco. La inolvidable pieza fue diseñada por Helen Rose.  Para este día inolvidable, Carlota quiso rendir homenaje a sus abuelos, justamente el día en que Rainiero hubiera cumplido 96 años de edad.

El segundo cambio que eligió Carlota en su boda con Dimitri fue un traje blanco de palabra de honor ceñido en la cintura, escote semi-corazón abullonado y falda con volumen firmado por Chanel. El diseño es perteneciente a la última colección de Alta Costura diseñada por Karl Lagerfeld. Casiraghi quido darle un tributo al talento del káiser, quien fue un amigo íntimo para el principado de Mónaco.

No pudimos pasar por alto la impresionante elección de las joyas de Carlota, quien nos deleitó con una alucinante gargantilla de Cartier con diamantes en tallas esmeralda y brillante que pertenece a la colección de su abuela, Grace Kelly. Como dato curioso, esta joya ha sido exhibida en varias exposiciones del el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en Madrid, España.

De música y distensión

Para nadie es un secreto que la pareja real ama la diversión rodeada de sus familiares y amigos más cercanos. La buena música no se hizo esperar, Mc Solaar cantó a Carolina de Mónaco su canción ‘Caroline’, y el grupo indie The Kooks hizo bailar a todos los asistentes con la mítica canción ‘Naive’.