Elsa Peretti, la joya Tiffany & Co que siempre brillará

La influyente diseñadora falleció a los 80 años. Será recordada por su labor en Tiffany & Co y su particular estilo para crear preciosas joyas.

En Sant Martí Vell, un pueblo de Gerona, región de Cataluña, Peretti pasó los últimos días de su vida. Con 80 años de edad, la joyera dejó este mundo y un importante legado en la industria de las prendas y los accesorios de lujo.

Si bien inició su camino como modelo, estuvo vinculada con la firma Tiffany & Co desde antes. Fue luego, a partir de 1974 cuando ingresa formalmente como joyera mostrando su fascinación y entera predilección por la creación de accesorios con formas orgánicas y sensuales. Todas de influencias escultóricas.

HELMUT NEWTON (1920-2004) Elsa Peretti con un disfraz de ‘Bunny’ de Halston, Nueva York, 1975

De acuerdo con la maison estadounidense, Peretti siempre tuvo claro cual era su fuente de inspiración y así lo dejó ver durante toda su carrera. “Siempre la naturaleza la movió y dedicó su vida a devolvérsela al mundo por medio de sus joyas, frecuentemente hechas en planta, su material favorito”.

Peretti amaba los objetos cotidianos, una manzana tal vez, un hueso, los animales y los insectos. Una de sus seguidoras, y quien siempre estuvo de su lado, la actriz Liza Minnelli, en más de una ocasión se refirió a la joyera como un talento excepcional.

“Elsa trajo todo tipo de cosas, lo que mejor recuerdo es su brazalete de hueso. Todo era tan sensual, tan sexy, me encantó. Era distinto a todo lo que había visto, y mira que había visto mucho. Desde entonces solo uso sus joyas”, declaró en 2014 a un medio internacional.

Hoy día muchas de las joyas de Elsa Peretti están en los museos de Londres, el de Nueva York y el de Boston. Es tal su influencia en el mundo de las joyas, que el Fashion Institute of Technology Tiffany estableció una cátedra de diseño de joyas con su nombre. A lo largo de su carrera, presentó más de 30 colecciones.

Sobre su proceso de creación en vida, Peretti pasaba mucho tiempo en un viñedo que adquirió en 2008, allí no solo se producía el vino Eccocivi, sino que venía a ella las mejores ideas para diseñar joyas. Además, en Sant Martí Vell, apoyó la actividad cultural y artística.