Guardatiempos que marcaron la historia de la relojería femenina
Por Etxenara Mendicoa
Hay mucho que aprender de la relojería femenina. Por ejemplo, que es más costoso desarrollar movimientos para este público porque los relojes son más pequeños. O que muchos de los guardatiempos más famosos para los hombres, fueron desde el principio creados para las mujeres. No se trata de tamaño (o a veces sí), esto es un asunto de innovación e inspiración
Breguet. Reine de Naples: Está inspirado en un reloj de brazalete que Abraham-Louis Breguet hizo para Carolina Murat, hermana de Bonaparte y reina de Nápoles. Pero además fue una de las coleccionista de relojes más importantes de la historia, en una época en la que estaba mal visto que las mujeres consultaran la hora en público.
Cartier. Panthère: Su creadora fue la directora creativa de la marca: Jeanne Toussaint, quien colmó a la maison de éxitos desde principios del siglo XX. La misma Jeanne recibía el apodo de “la panthère” por su personalidad fuerte y sofisticada. La colección Panthère fue la predilecta de la duquesa de Windsor, Wallis Simpson.
Bulgari. Serpenti. Este fue el reloj con el que posó Elizabeth Taylor en la cinta “Cleopatra”, y desde 1948 ha aumentado hasta 30 veces sus ventas. La casa Bulgari ha sabido reinterpretar de muchas formas este reloj que se mantiene como objeto fetiche. Otras grandes celebridades como Anne Hathaway o Zendaya han manifestado su debilidad por su diseño.
Rolex. Oyster Perpetual Lady-Datejust. La nadadora inglesa Mercedes Gleitze atravesó el canal de la Mancha con el Rolex Oyster para probar que era hermético. El Lady-Datejust, desde 1945 es un gigante en ventas. En 2009 Rolex presentó la versión de 41 mm para complacer también al público masculino.
Blancpain. Ladybird. Betty Fiechter no tenía derecho a votar en 1930, pero ya entonces se había convertido en dueña y CEO de Blancpain. Debió ser astuta para superar la Gran Depresión, y parte de su estrategia fue enfocar el negocio en relojes y movimientos para mujeres. El Ladybird, creado en 1956, llegó a ser el movimiento redondo más pequeño del mundo en la época.
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