La exposición ‘100 Carats’ del Museo de Historia Natural de Los Ángeles es una joya
El Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles presenta “100 Carats: Íconos del Mundo de las Gemas”, invitando a los visitantes a la famosa Bóveda de Gemas Hixon del NHM para una exhibición única con más de dos docenas de gemas, 20 de los cuales son más de 100 quilates.
«La colección presentada dentro de 100 Carats no tiene rival tanto en importancia como en rareza dentro del mundo de las gemas», dijo la Dra. Lori Bettison-Varga, presidenta y directora de NHMLAC. “Nunca antes se habían exhibido gemas de tan magnífico tamaño y calidad en tal cantidad en una sola exposición. Esta exposición única captura la brillantez de nuestra colección de ciencias minerales y ofrece una experiencia impresionante para nuestros visitantes este invierno y más allá”.
La pieza central de la exposición es el Diamante Jonker I, la piedra más grande tallada del Diamante Jonker -el cuarto diamante más grande del mundo cuando fue encontrado en 1934- y con un peso de 125 quilates, lo que lo sitúa entre los diamantes talla más grandes del mundo. . La joya histórica ha pasado por manos de la realeza y de estrellas de Hollywood, pero no ha estado en exhibición en un museo durante más de ocho décadas. El público no ha visto el diamante desde que fue adquirido por un comprador privado en 1977. El propietario, Ibrahim Al-Rashid, prestó el diamante Jonker I al NHM para exhibirlo.
La exposición también incluye un zafiro azul aciano, una enorme esmeralda de 241 quilates conocida como la «Corona de Colombia», así como joyas del maestro joyero Robert Procop. Cada una de las piedras preciosas expuestas en Hixon Gem Vault mide al menos 100 quilates de peso, creando una variedad increíblemente rara y colorida de gemas de clase mundial en tamaño y calidad.
Además de su belleza y brillo, las gemas también cuentan la historia científica de la historia del planeta. Proporcionan una visión incomparable de los procesos y circunstancias geológicos que ocurrieron hace millones de años para formar las piedras preciosas y muestran cómo cada gema es un milagro geológico menor. Su existencia es evidencia de eventos masivos de formación de montañas, violentas erupciones volcánicas y las implacables presiones y temperaturas del interior de la tierra. Las gemas permiten a los visitantes y científicos comprender mejor la dinámica y los procesos de la tierra al tiempo que iluminan la larga y rica historia del arte y la cultura.