Pierre Hardy, director creativo de joyería de Hermès, habla sobre su última colección

Como era de esperar en una soleada tarde en París, la Cour Napoléon del Louvre estaba repleta de cientos, quizá miles, de turistas, muchos de ellos haciéndose selfis mientras el resto hacía cola para echar un vistazo a las invaluables obras de arte que albergaba. Un pequeño contingente de personas se destacaba entre la multitud. Iban mucho mejor vestidos que el resto y se dirigían desde la icónica pirámide de cristal de IM Pei hacia una puerta situada en el lado noroeste de la Place du Carrousel.

 

En el interior, modelos con elegantes trajes de resort y portapapeles negros custodiaban el acceso a un avance de la última alta joyería de Hermès, diseñada y presentada por Pierre Hardy, director creativo de joyería de Hermès. La nueva colección se titula Les Formes de la Couleur, que significa “las formas del color”, pero se puede expresar con mayor precisión, como Hardy comentó en rueda de prensa, a la que fueron invitados medios selectos  al avance a principios de este año, como “las expresiones del color en las formas”. La muestra anticipada se distribuyó en varias galerías artísticamente oscurecidas. La única luz en estas salas provenía de las vitrinas de exposición empotradas en las paredes, dentro de las cuales esta nueva colección de alta joyería brillaba de manera impresionante. El efecto era hipnótico y colorido.

 

El viaje de Hardy con Hermès siempre ha consistido en fusionar la tradición con la innovación y Les Formes de la Couleur no es una excepción. “Los años 70 fueron uno de los grandes puntos de inspiración para esta colección”, compartió. “Ese período fue muy colorido y los arcoíris son muy emblemáticos de esa época”. El proceso creativo de Hardy está profundamente influenciado por sus diversas experiencias artísticas, algunas de las cuales son bastante sorprendentes. “¿Conoces la película Xanadu de 1980? De hecho, ese fue uno de los puntos de partida de la colección”, bromeó. “La película comienza basada en la realidad, pero de repente, pasas a otra dimensión a través del uso del color. El color se utilizó para expresar un paso de una realidad a otra y eso es algo que quería expresar con esta colección”.

Este uso transformador del color es evidente en toda la colección, en particular en la forma en que se han reinventado los iconos familiares de Hermès. “Cuando miras algo que ya conoces, puedes reconocerlo, ponerle un nombre y luego la forma en que usamos el color lo convierte en un objeto completamente diferente”, dijo Hardy.

En el centro de la filosofía de Hardy está la apertura a diversas influencias y la voluntad de mezclar el arte elevado con lo cotidiano. “Nunca debes despreciar nada”, enfatizó, “porque el gran arte puede venir de cualquier parte: de lo intelectual, de lo popular, es una mezcla, y nunca sabes cómo se combinarán, pero en algún momento lo hacen”.

En cuanto a esto, añadió: “La cultura pop es muy importante: el arte pop, la música, las películas. Todo eso que absorbes en tu vida alimenta tu inspiración. A veces nunca sé de dónde viene porque son como capas y capas que se van acumulando y, a veces, aparecen y vuelven a aparecer en la creación. Al final, nada es de cero”.

La formación en bellas artes del diseñador también juega un papel importante en su enfoque del diseño de joyas. “Para mí, el arte es muy importante y sé que he estado muy influenciado por él y todavía lo estoy”, compartió Hardy, citando como ejemplo al pintor y escultor estadounidense Ellsworth Kelly. “Para mí, es uno de los pintores más importantes. Una vez que aprendí a mirar su obra, aprendí a amarla. Gran parte de su obra tiene que ver con el color y esta influencia también ha influido en esta colección”.

La pureza geométrica y los tonos vibrantes de la obra de Kelly se reflejan en los diseños de joyería de Hardy, creando un diálogo entre las bellas artes y la alta bisutería. La exploración del color de Hardy es a la vez metódica e intuitiva.

Esta filosofía se materializa en piezas como el collar Arc en Couleurs, que combina lo nostálgico con lo vanguardista. “Algunas personas, cuando ven el diseño, me han dicho: ‘¡Ah, es de los años 30!’”, afirmó.

En definitiva, la colección, según Hardy, trata de crear alegría y asombro. “Quería expresar muchas ideas al mismo tiempo. Es posible desear cosas muy diferentes a la vez. Sin embargo, no estaba tratando de usar el color para unir una gama de objetos heterogéneos, sino todo lo contrario. La exploración del color ha producido resultados extremadamente ricos y extraordinariamente diversos. En lugar de sofocar esta diversidad, quería rendirle homenaje y darle todas las oportunidades para resonar y florecer. No he buscado restringir, sino más bien permitir”.

Con Les Formes de la Couleur, Hardy nos invita a ver el mundo a través de sus ojos, donde el color no es solo una experiencia visual sino un viaje transformador. Sus vibrantes tonos permanecen en nuestra mente mucho después de verlos, un testimonio de la visión de Hardy y las infinitas posibilidades del color en Hermès.