Rodrigo Otazú, lujo en sus venas
El diseñador de joyas argentino es uno de los joyeros más importantes de Latinoamérica y es el niño mimado de las celebridades.
Por: Jesús García Fotografías: Ron Contarsy y Seth Karecha para Highmark Studio, Dario & Misja Estilismo: Gunnar Schendera
Otazú es sinónimo de sencillez. Ha caminado por las aguas profundas de la vanidad saliendo ileso. En cada una de una de sus entrevistas denota esa calidez humana que, pese al éxito, aún conserva, y esta no escapa del magnetismo de su mirada y el talento de sus manos. Hombres y mujeres lucen sus piezas en los eventos más importantes del espectáculo en Estados Unidos y, especialmente, en la Gran Manzana.
¿Cómo llegaste al diseño de joyas?
Las ganas de conocer el mundo sin una oficina, sin horarios, libertad de vuelo. Y para ser joyero debes volar todo el tiempo con tu imaginación.
¿De dónde provienen los diamantes que empleas en tus diseños?
Trabajo con diamantes de todas partes del mundo. En este momento estoy trabajando con 12 carates corte esmeralda, que fueron pulidos en Nueva York. Son una maravilla realmente.
Lady Gaga, Madonna, Britney, Jennifer López, Sarah Jessica Parker, entre otras, te eligen a ti entre tantos ¿Qué sientes al caer en cuenta de eso?
Una gran felicidad. Es muy positivo que seas reconocido por tu arte. Ellas son únicas y espectaculares.
¿Cómo interpretas la vanidad en el lujo?
Pues la vanidad se puede interpretar de dos formas (…) Para mí, la vanidad tiene un sentido positivo: es amarse, es adorarse, es sentirse bien.
¿Algún ícono del mundo del arte o la moda que hayas seguido fielmente?
¡Claro! Zaha Hadid. Ella era energía y controversia. Es mi inspiración, al igual que el Dalai Lama.
¿Cuál es el siguiente paso a seguir?
Mi enfoque actual son los diamantes. Introducir de lleno mi marca en Dubái, Londres, España, Italia, Japón y Rusia. Lujo es lo que llevo en mi sangre.
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